La gastronomía española es considerada como una de las más reconocidas a nivel mundial; y no es para menos, pues, platos españoles tan icónicos como la paella valenciana o los famosos cocidos, o tortilla de patatas, son de los que han cruzado fronteras y se han convertido en un sello distintivo de la tradición gastronómica.
Ahora bien, así como hay platos que son degustados con pasión más allá de las fronteras, lo cierto es que hay 5 curiosos platos españoles que, por su horrible nombre, no figuran entre los más conocidos; no obstante, estos resultan ser una verdadera delicia. ¿Será que sabes cuáles son? ¡Descúbrelos!
Comencemos con los curiosos platos españoles con nombres horribles, mencionando uno que puede darte gracia: Matamaridos. Este es un guiso andaluz tradicional que consiste en pescado, patatas y verduras. El nombre «matamaridos» proviene de los tiempos de escasez de comida y se remonta a tiempos de pobreza, especialmente en zonas rurales de Andalucía, donde las mujeres preparaban este guiso para alimentar a sus maridos tras largas y duras jornadas de trabajo físico.
Algunos creen que el nombre se debe a la contundencia del plato, capaz de «matar» el hambre del marido más voraz. Este plato es conocido por ser ligero y sencillo, y se ha adaptado a lo largo del tiempo. Originalmente, se preparaba con lo que se podía conseguir, como patatas, verduras y pescado si había suerte, o solo con las espinas si no se disponía de pescado. En la actualidad, la receta se ha vuelto algo más consistente, pero conserva su esencia ligera y nutritiva.
Para preparar el platillo Matamaridos, necesitarás los siguientes ingredientes:
Pasos para la preparación:
Ajusta la sazón con sal, pimienta y zumo de limón al gusto ¡Y listo! Ya puedes disfrutar de este delicioso platillo andaluz. Esta receta rinde aproximadamente cuatro porciones y es ideal para una comida reconfortante y nutritiva.
Es cierto que «olla podrida» no suena como uno de los platos más apetitosos, pero no dejes que su nombre te engañe. Este guiso tradicional español esconde un sabor intenso y una elaboración compleja que lo convierten en una verdadera joya de la gastronomía. Se remonta a la Edad Media, cuando se cocinaba en una olla de barro a fuego lento, mezclando diversos ingredientes. Su nombre proviene del recipiente en el que se preparaba y de la abundancia de ingredientes que lo caracterizan.
La Olla Podrida tiene una larga historia en la cocina española, y se menciona en la «Opera dell’arte del cucinare» de Bartolomeo Scappi, publicada en 1570. Este plato ha sido elogiado por escritores como Cervantes y Lope de Vega, e incluso se le conoce como la «princesa de las ollas» durante el siglo de oro español. Existen diversas variantes de la olla podrida, como la olla gitana (con garbanzos) o la olla castellana (con alubias blancas). Si bien su nombre no le hace justicia a su sabor, la olla podrida es un plato emblemático de la cocina española que conquista paladares con su riqueza de sabores y texturas.
La Olla Podrida se prepara con garbanzos o alubias, una variedad de carnes como cerdo, ternera, tocino, perdiz, pollo, jamón y embutidos, así como verduras como zanahorias, puerros, repollo, patatas y cebollas.
La receta tradicional implica cocinar los ingredientes en una olla de barro durante varias horas hasta que las carnes estén tiernas y los sabores se mezclen. Se puede servir como plato único o con los ingredientes separados, como las carnes por un lado y los líquidos por otro.
Aunque su nombre pueda parecer poco atractivo, e incluso se trate de uno de los platos españoles con nombres horribles, la ropavieja es un plato delicioso que vale la pena probar. La ropavieja es un ejemplo perfecto de cómo un nombre poco atractivo puede esconder un plato delicioso y lleno de historia.
Si bien su origen se remonta a las Islas Canarias, este guiso de carne deshebrada ha conquistado paladares en diversos países de América Latina, como Cuba, Venezuela, Colombia y Panamá.
Se cree que la ropavieja surgió en las Islas Canarias como una forma de aprovechar las sobras de carne. Su nombre podría provenir de la apariencia deshilachada de la carne, similar a ropa vieja y desgastada.
La ropavieja es un guiso tradicional con un nombre poco atractivo, pero un sabor irresistible y prepararla es muy sencillo.
Ingredientes para la carne:
Para el sofrito:
Preparación: Coloca la carne en una olla con agua suficiente para cubrirla. Agrega la cebolla, el ajo, el laurel, el tomillo, sal y pimienta. Lleva a ebullición y cocina a fuego lento durante 2-3 horas, o hasta que la carne esté blanda. Retira la carne de la olla y reserva el caldo. Desmenuza la carne con las manos o con dos tenedores.
Prepara el sofrito y cuando esté listo, después de unos 20 minutos, incorpora la carne deshebrada. Mezcla bien y cocina a fuego lento durante 5 minutos para que los sabores se integren. Agrega el caldo reservado de la cocción de la carne, poco a poco, hasta obtener la consistencia deseada.
Duelos y quebrantos es un plato típico de Castilla-La Mancha, España, que sorprende por su peculiar nombre y su exquisito sabor. A pesar de su denominación poco atractiva, este manjar esconde una explosión de texturas y sabores que lo convierten en una experiencia culinaria única.
Este es uno de los platos españoles con nombres horribles, peor que resulta delicioso y se remonta a la época de la Guerra Civil Española, cuando la escasez de alimentos obligó a la población a ser creativa en la cocina. Se dice que su nombre proviene de la unión de dos platos: «duelos» (huevos fritos) y «quebrantos» (torreznos, trozos de panceta fritos).
Preparar este platillo es bastante sencillo y solo debes seguir algunos pasos.
Ingredientes:
Para acompañar:
Preparación: Corta la panceta en daditos pequeños, colócalos en una olla y cubre con agua. Agrega sal y lleva a ebullición. Cocina a fuego lento durante 1 hora, o hasta que la panceta esté blanda, escurre y deja enfriar. Calienta aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Fríe la panceta hasta que esté dorada y crujiente por todos lados y retira de la sartén y escurre el exceso de aceite sobre papel de cocina.
Calienta aceite de oliva en una sartén a fuego medio y fríe los huevos al gusto (fritos, escalfados o revueltos). Sirve los huevos fritos en un plato y acompaña con los torreznos crujientes. Frota un diente de ajo sobre el pan y espolvorea con pimentón dulce. Disfruta de este festín de sabores y texturas.
Originario de la región española de Extremadura, el atascaburras es un guiso contundente y sabroso que desafía las expectativas con su peculiar nombre. A pesar de su denominación poco atractiva y de ser uno de los platos españoles con nombres horribles, este plato esconde una explosión de sabores y texturas que lo convierten en una joya de la gastronomía extremeña.
Se remonta a la época medieval, cuando se preparaba como un plato sustancioso para los campesinos que trabajaban largas horas en el campo. Su nombre, «atascaburras», podría provenir de la dificultad que tenían los burros para atravesar los terrenos embarrados durante el invierno, época en la que se consumía con frecuencia este guiso. Aquí puedes preparar el más rico atascaburras.
La entrada El ‘matamaridos’, la ‘olla podrida’ y otros platos españoles con nombres horribles pero sabor delicioso se publicó primero en Qué!.
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