EL TRUCO DE UNA NUTRICIONISTA PARA COMBATIR LA HINCHAZóN ABDOMINAL A TRAVéS DEL COCINADO DE ESTE ALIMENTO

No es la primera vez que os hablamos u os destacamos lo importante que es establecer y seguir una buena dieta antinflamatoria -sí, efectivamente, la que se ha dicho que sigue la reina Letizia- o, como mínimo, conocer qué alimentos antiinflamatorios se recomiendan incluir en ella.

No obstante, poco se suele matizar en la importancia de cómo cocinarlos para añadirlos en la comida y es que, si bien es cierto que hemos crecido oyendo durante muchísimos años que las patatas fritas -o, incluso, los boniatos- eran perjudiciales para la dieta porque activan la tan temida inflamación... la nutricionista Sandra Moñino ha señalado que si se cocinan de una determinada manera, no son solo beneficiosas sino que, además, cuentan con una acción antiinflamatoria.

Cómo cocinar e incluir las patatas y el boniato en la dieta para que tengan una acción antiinflamatoria

Como bien matizaba la nutricionista en la publicación, este alimento puede convertirse en un perfecto antiinflamatorio natural si se cocina de la manera correcta. Para ello:

La experta recomienda comenzar precalentando el horno a unos 200º grados, mientras vas troceando las patatas (o el boniato) en el mismo tamaño. "Un truco para ello es: trocearlas y, después, laminarlas con la misma forma alargada. Parecerá que estás comiendo patatas fritas".

Ahora bien, la capacidad para pasar de ser un alimento proinflamatorio a ser antiinflamatorio recae, como ya os matizábamos, en su cocinado. Y es que, como bien matizaba la experta nutricionista, "cuando asamos las patatas y nos la comemos al día siguiente, el almidón de la patata se vuelve resistente lo que favorece que acabe siendo el alimento perfecto para las bacterias que tenemos en el colón; esas bacterías producen ácido láctico". Y, ¿esto qué es?, te puedes preguntar. Pues bien, se trata de un antiinflamatorio natural que, al comerlo, proporciona o insta ese efecto en el cuerpo.

Otro punto a su favor de hornearlas recae en las especias que le añadimos; como matiza la nutricionista "la combinación de algunas especias pueden aportarle ese poder antiinflamatorio -estas, pueden ser, por ejemplo: la cúrcuma, la pimienta y el jengibre- antes de meterlas en el horno con calor arriba y abajo a 230º grados". Así, conseguirás incluir las patatas "fritas" en la dieta de una manera sabrosa y, lo más importante, activar la capacidad antiinflamatoria que pueden llegar a tener.

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