Aburrirte en la mesa es lo más contraproducente que puedes hacer si has empezado ya con la operación bikini. Si, como nos pasa a muchos, acabas hasta la coronilla de la pechuga de pollo, el solomillo de cerdo o el bistec de ternera a la plancha, no te puedes perder el truco que hemos descubierto.
Se trata de una salsa con la que acompañar el pollo, el cerdo o la ternera cocinados a la plancha. Solo necesitas 10 minutos y 3 ingredientes para prepararla, así que mientras cocinas la carne a la plancha, la tendrás hecha.
Como pasa con la mayoría de salsas, esta añadirá calorías a tu plato, así que ten cuidado con las cantidades. Aunque la verdad es que es tan sabrosa que con muy poca cantidad tendrás suficiente para alegrar tus comidas. Y, lo mejor, podrás guardarla durante toda la semana en la nevera, bien tapada para que no absorba olores ni sabores de otros alimentos.
Mezcla los ingredientes
Vierte la nata y el caldo en un cazo y ponlo al fuego, a baja temperatura. Agrega el paté troceado y aplástalo un poco con un tenedor. Espera a que se caliente. Con unas varillas manuales, mezcla bien para que no quede ningún grumo del paté. Deja que la salsa reduzca.
Rectifica de sal y pimienta
Una vez la salsa haya reducido un poco, es el momento de probar el punto de sal (pero ten en cuenta que la carne ya lleva sal y el paté también). Si quieres añadir un poco de pimienta, ahora es también el momento. Será más aromática si la mueles en el momento de añadirla a la salsa.