ROSQUILLAS DE MANZANA AL VINO, UN POSTRE FáCIL CRUJIENTE Y JUGOSO A LA VEZ

Puedes llamarles rosquillas, aros, buñuelos... este dulce a base de manzana se convertirá en un postre de tu recetario habitual porque es tan fácil de preparar y tan rico que querrás comerlo en cualquier época del año.

Además, puedes probar a prepararlo con diferentes variedades de manzana, consiguiendo resultados bien distintos, pero todos deliciosos. Por ejemplo, si utilizas manzanas golden, el mordisco será más blandito y suave de sabor. En cambio, si empleas fuji o royal gala, quedarán un poco más crujientes y ácidos. Todo depende de tus gustos... ¡o de las manzanas que encuentres en la frutería!

Estas rosquillas de manzana son un postre de sartén, porque se fríen en aceite. Pero antes, las rodajas de manzana se sumergen en una masa similar a la tempura, pero por supuesto dulce, a la que añadimos un poquito de vino blanco dulce que le da un sabor único. También lleva un poquito de levadura, que hace que los buñuelos se hinchen un poco al freírlos.

Una vez fritas, en esta receta las rebozamos en azúcar. Si te gusta la canela, puedes mezclar el azúcar con una cucharadita de canela en polvo. Eso sí, no te pases con la canela porque tiene un sabor muy potente y se podría comer el sabor de la manzana.

Rosquillas de manzana al vino
Para 4 - 6 personas
Ingredientes
  • 2 manzanas
  • 150 gramos de harina
  • 100 mililitros de leche muy fría
  • 2 cucharadas de vino blanco dulce
  • Azúcar
  • 2 cucharadas de aceite de girasol
  • Una pizca de sal
  • 1 cucharadita de levadura en polvo
  • Aceite para freír
Paso a paso
  1. Prepara el rebozado

    Dispón la harina en un cuenco, añade una pizca de sal y otra de azúcar, el vino blanco y el aceite de girasol. Mezcla bien, agrega la leche muy fría y vuelve a mezclar con las varillas. Deja reposar 30 minutos.

  2. Comprueba la textura

    Pasado este tiempo, comprueba la textura de la masa (debe quedar como una crema espesa) y corrígela añadiendo leche o harina. Agrega la levadura y remueve con las varillas.

  3. Corta las manzanas

    Lava las manzanas y sécalas. Retírales el corazón con un descorazonador de manzanas y luego pélalas. Córtalas en rodajas de un dedo de grosor.

  4. Fríe las rosquillas

    Pon a calentar una sartén con abundante aceite. Pasa las rodajas de manzana por la masa, que queden bien recubiertas, y fríelas por tandas en el aceite, hasta que estén doradas. Escúrrelas sobre papel absorbente de cocina y, estando aún calientes, rebó- zalas en azúcar.

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