PREPARA TUS PROPIOS HUEVOS DE PASCUA CASEROS, MUCHO MáS RICOS QUE LOS COMPRADOS

Regalar huevos de Pascua, especialmente a los niños, es una arraigada costumbre en muchos países alrededor del mundo, vinculada a la celebración de la Semana Santa. Aunque tradicionalmente asociados con el cristianismo, la práctica de obsequiar huevos de Pascua de chocolate no es exclusiva de los católicos. Actualmente, puedes encontrar una amplia variedad de tamaños y diseños creativos, pero también puedes optar por hacer tus propios huevos de chocolate caseros, artesanales y sumamente deliciosos. Aunque pueda parecer complicado, el proceso en realidad es bastante sencillo.

QUÉ HACE FALTA PARA HACER HUEVOS DE PASCUA DE CHOCOLATE

Para hacer huevos de Pascua de chocolate caseros, no necesitarás un termómetro ni equipos sofisticados. Puedes atemperar el chocolate de una manera sencilla utilizando un método casero, que garantizará unos huevos de chocolate perfectos. Para lograr una superficie lisa, funde una parte del chocolate y luego añade una pequeña porción que hayas reservado. Este método de atemperado es fácil y asegura un resultado óptimo al cuajar en el molde. Aunque no sea el método tradicional de atemperado, te aseguro que funciona muy bien.

Para darles la forma de huevo, puedes usar cualquier molde de chocolate que prefieras, ya sea de plástico rígido o de silicona, fácilmente disponibles en tiendas de repostería en esta época. Una vez que el chocolate se solidifique, podrás desmoldarlo sin dificultad.

Puedes agregar sorpresas dentro de los huevos antes de cerrarlos, como golosinas o pequeñas galletas, para hacer la experiencia más emocionante al romperlos. También puedes decorar la superficie con colorantes en polvo o hilos de chocolate derretido para hacerlos aún más atractivos.

INGREDIENTES PARA TUS HUEVOS DE PASCUA

Esto es lo que necesitas para un huevo de tamaño mediano- grande:

  • 150 g de chocolate con leche de cobertura
  • 100 g de chocolate blanco
  • 1 molde para huevos de Pascua
  • 1 pincel de cocina
  • 1 pincel fino

PREPARAR EL CHOCOLATE

Antes de comenzar con los huevos de Pascua, primero vamos a preparar el chocolate. Corta el chocolate con leche en trozos pequeños para facilitar su fusión uniforme.

Llena una cazuela grande con agua y ponla a calentar a fuego medio-alto. Luego, coloca un recipiente resistente al calor (puede ser un bol o un cazo) sobre la cazuela, asegurándote de que el fondo del recipiente no toque el agua. Agrega los dos tercios del chocolate con leche al recipiente y deja que se derrita lentamente, removiendo ocasionalmente con una espátula de silicona o una cuchara de madera para asegurar una fusión uniforme.

OTRA FORMA DE HACER AL BAÑO MARÍA

Si no tienes un cazo específico para baño maría, puedes usar el método de «cazuela dentro de otra». Para esto, llena una cazuela más grande con agua y caliéntala a fuego medio-alto. Luego, coloca otra cazuela más pequeña dentro de la grande, asegurándote de que el agua no entre en contacto con la parte inferior de la cazuela interna. Agrega el chocolate con leche a la cazuela interna y deja que se derrita lentamente mientras remueves.

Es importante no dejar el chocolate sin supervisión mientras se derrite. Remueve ocasionalmente para evitar que se queme en los bordes y asegurarte de que se derrita de manera uniforme.

LA TEXTURA DEL CHOCOLATE ES CRUCIAL

Para evitar que el chocolate se derrita demasiado rápido y se queme, es mejor no sumergir el recipiente directamente en el agua hirviendo. Sostén el cazo con el chocolate sobre la cazuela, de manera que solo el vapor del agua caliente caliente el recipiente y derrita el chocolate gradualmente.

Mientras el chocolate se derrite, es importante remover continuamente con una espátula o cuchara para asegurar una fusión uniforme y evitar que se pegue o se queme en los bordes del recipiente. Una vez que todo el chocolate esté derretido, retira el recipiente del calor y agrega los 50 g de chocolate con leche que habías apartado previamente. Esta técnica de añadir chocolate reservado ayuda a atemperar el chocolate y a conseguir una textura y brillo perfectos.

Una vez que todo el chocolate esté completamente derretido y mezclado, es importante dejar que se enfríe un poco antes de comenzar a trabajar con él. La temperatura ideal para trabajar con chocolate de cobertura es de alrededor de 30°C. Esto asegurará que el chocolate tenga la consistencia adecuada para verterlo en el molde de los huevos de Pascua y obtener un resultado final óptimo.

MODELAR EL HUEVO DE PASCUA

Es el momento de darle forma al huevo de Pascua. Coloca el molde sobre dos soportes para que quede nivelado y estable. Con un pincel de cocina, aplica una capa fina y uniforme de chocolate en toda la superficie de ambas cavidades del molde. Es normal que al principio no quede completamente cubierto, podrás ver a través del chocolate.

Coloca el molde en la nevera durante aproximadamente 15 minutos para que el chocolate se endurezca. Después de que el chocolate se haya endurecido, repite el proceso de aplicación de chocolate en ambas cavidades del molde. Repite este paso hasta que hayas aplicado al menos tres capas de chocolate y el huevo esté completamente cubierto, con un grosor de aproximadamente 4-5 milímetros.

CREAR EL HUEVO CAPA A CAPA

Es crucial prestar especial atención y asegurarse de untar generosamente los bordes de cada mitad del huevo con chocolate, ya que esta zona es la que une ambas partes y, por lo tanto, es el punto más vulnerable. Si encuentras que el chocolate se ha endurecido entre pasadas y ya no es lo suficientemente maleable para untarlo, puedes seguir este método para volver a fundirlo.

Coloca el cazo con el chocolate endurecido sobre el vapor del agua caliente que has puesto a hervir en una cazuela. Deja que el cazo se exponga al vapor durante unos 10 segundos. Esto ayudará a que el chocolate se ablande y vuelva a estar en condiciones para trabajar con él. Retira el cazo del vapor y remueve el chocolate hasta que se vuelva a fundir por completo y tenga una consistencia suave y manejable.

FUNDIR EL CHOCOLATE BLANCO

Funde el chocolate blanco siguiendo el mismo método que utilizaste con el chocolate con leche. Una vez derretido, deja que se enfríe hasta que esté casi frío, alrededor de los 30°C. Unta generosamente cada mitad del huevo con el chocolate blanco, repitiendo el proceso en tres ocasiones para asegurar una cobertura uniforme y con el grosor deseado.

Una vez que hayas aplicado el chocolate blanco en ambas mitades del huevo, guarda el molde en el frigorífico, esta vez boca abajo para que la parte del chocolate quede oculta. Deja que el chocolate blanco se solidifique completamente. Una vez que esté totalmente endurecido, el huevo se desprenderá fácilmente del molde por sí solo.

ÚLTIMA CAPA Y SELLADO

Una vez que la última capa de chocolate esté completamente dura, utiliza un cuchillo para raspar cuidadosamente los bordes de cada mitad del huevo. El objetivo es que queden lo más lisos posible, especialmente en la superficie de unión de ambas mitades. Es importante que estén bien igualados para asegurar un buen ajuste cuando se cierren las dos mitades del huevo.

Si planeas agregar una sorpresa en el interior del huevo, este es el momento de hacerlo. Coloca la sorpresa en una de las mitades del huevo antes de cerrarlo. Calienta ligeramente el chocolate con leche que te haya sobrado, ya sea en el microondas o a baño maría, hasta que esté lo suficientemente fluido pero no caliente. Utiliza un pincel fino para pintar los bordes de ambas mitades del huevo con el chocolate derretido.

Une las dos mitades del huevo, presionando suavemente para que queden bien selladas. Asegúrate de que los bordes estén bien cubiertos con el chocolate caliente para garantizar un cierre hermético.

Una vez que hayas cerrado el huevo, deja que el chocolate se enfríe y se solidifique completamente antes de manipularlo o decorarlo aún más.

ENFRÍAR Y DECORAR

Guarda el huevo en el frigorífico nuevamente hasta que el chocolate endurezca por completo. Esto ayudará a fijar cualquier detalle y asegurará que el huevo esté perfectamente formado. Una vez que el chocolate esté totalmente duro, puedes raspar suavemente cualquier resto o imperfección con la hoja de un cuchillo, teniendo cuidado de no dañar la superficie del huevo.

Para decorar el huevo con chocolate blanco, calienta el chocolate blanco restante y mételo en un cucurucho de papel para improvisar una manga pastelera. Utiliza la manga pastelera improvisada para hacer la decoración que desees en el huevo. Puedes hacer líneas, puntos, espirales o cualquier diseño que te guste.

Deja que la decoración de chocolate blanco se enfríe y endurezca por completo. Una vez que hayas terminado de decorar, tu huevo de Pascua estará listo para ser regalado o disfrutado. ¡Verás la felicidad en la cara de tus seres queridos cuando lo reciban!

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