PATATAS EN AJOPOLLO: LA SABROSA RECETA TRADICIONAL QUE DEBES INCLUIR EN TU MENú

Aquí te presentamos otra receta clásica de la cocina española, similar a las patatas a la importancia: las patatas en ajopollo, un plato muy popular en Jaén, Almería y Granada. Aunque su nombre puede ser engañoso, estas patatas no contienen pollo; de hecho, es una opción vegana perfecta para servir como tapa o guarnición. Es una receta humilde que resulta realmente deliciosa y sabrosa, especialmente cuando se sazona con azafrán y una deliciosa majada de ajo, pan y almendra. ¿Te animas a probarlas?

LA HISTORIA DEL AJOPOLLO

El ajopollo se elabora mediante un majado de ajo, pan y almendras crudas, ingredientes que comparte con el popular ajo blanco andaluz. Aunque se le conoce como «ajopollo», no contiene pollo en absoluto. Este condimento se sirve caliente sobre unas patatas, aportando un sabor único a este plato tradicional de la gastronomía española. La historia detrás de esta salsa de ajo es interesante: probablemente surgió como parte de la cocina de aprovechamiento, donde el pan duro se reutilizaba de manera creativa. Se dice que las madres lo usaban para hacer que los niños comieran patatas de una forma más sabrosa.

Para preparar este plato, se cubren las patatas con el ajopollo y agua hirviendo, luego se cocina a fuego suave en una cazuela durante aproximadamente 45 minutos, siguiendo el método tradicional. El resultado es una combinación deliciosa de patatas suaves con el sabor aromático del majado de ajo, pan y almendras. Pero vamos a ver con detalle y paso a paso cómo preraprar este rico, sencillo y tradicional plato.

INGREDIENTES

Aquí tienes los ingredientes para preparar las patatas en ajopollo para 4 personas:

  • 6 patatas (aproximadamente 1.300 g)
  • 4 huevos
  • 6 almendras crudas
  • 1 rebanada de pan
  • 2 dientes de ajo
  • 1/4 de cucharadita (2 mg) de azafrán molido
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal fina y gruesa
  • Perejil

PREPARAR LOS INGREDIENTES PARA EL MAJADO

En una cazuela grande, coloca agua suficiente para cubrir las patatas más tarde. Ponla a calentar a fuego alto mientras preparas los otros ingredientes. En una sartén a fuego medio, agrega 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Pela y pica finamente los 2 dientes de ajo y agrégalos al aceite caliente. Pica las 6 almendras crudas y añádelas a la sartén junto con el ajo.

Corta la rebanada de pan en dados pequeños y agrégala también a la sartén. Cocina todos estos ingredientes hasta que estén ligeramente dorados, lo que resaltará los sabores. Una vez dorados, retira la mezcla de la sartén y colócala en un mortero. Añade una pizca de sal gruesa y machaca todos los ingredientes hasta obtener una pasta suave. Añade el azafrán molido y un poco de agua para formar una mezcla más líquida y homogénea. Esto será nuestro majado, lleno de sabor.

COCINAR LAS PATATAS

Pela las 6 patatas y córtalas en trozos medianos o grandes, según tu preferencia. Coloca las patatas troceadas en la cazuela con el agua caliente. Añade el aceite de la sartén con el majado que preparamos anteriormente, cubriendo bien todas las patatas para que absorban los sabores. Agrega más agua caliente si es necesario para cubrir las patatas por completo.

Sazona las patatas con sal al gusto y tapa la cazuela. Deja que las patatas se cocinen a fuego suave durante unos 40-45 minutos. Durante este tiempo, las patatas absorberán los sabores del majado y el azafrán, y se volverán tiernas y deliciosas.

ESCALFAR LOS HUEVOS

Utiliza una tartera o cazuela amplia y baja para tener suficiente espacio para los huevos. Llena la tartera con agua hasta aproximadamente 3/4 de su capacidad y ponla a calentar a fuego medio-alto hasta que hierva. Agrega una pizca de sal al agua hirviendo para sazonarla. Una vez que el agua esté hirviendo, reduce el fuego a una temperatura media para mantener un hervor suave. Esto evitará que los huevos se rompan al introducirlos en el agua. Casca cada huevo con cuidado en un recipiente aparte para asegurarte de que no se rompan las yemas.

Cocina los huevos escalfados durante unos 3 minutos para obtener una yema líquida y una clara cocida pero suave. Si prefieres una cocción diferente, ajusta el tiempo según tu gusto. Usa una espumadera o una cuchara ranurada para retirar cuidadosamente los huevos escalfados del agua. Colócalos en un plato o bol con cuidado para que no se rompan y resérvalos mientras preparas las patatas en ajopollo.

MONTAR LAS PATATAS CON AJOPOLLO

Reparte las patatas en ajopollo en 4 platos, asegurándote de distribuir bien el majado y los jugos de cocción. Coloca las patatas de manera que haya espacio en el centro para colocar los huevos escalfados. Con cuidado, coloca un huevo escalfado en el centro de cada plato sobre las patatas en ajopollo. Sazona los huevos escalfados con un poco de sal gruesa para realzar su sabor.

Decora cada plato con unas hojas frescas de perejil picado para añadir un toque de color y frescura. ¡Ahora estás listo para disfrutar de unas patatas en ajopollo con huevo escalfado perfectamente cocido y lleno de sabor! Este plato es una verdadera delicia y seguro será un éxito en cualquier comida. ¡Que lo disfrutes!

SUGERENCIAS

En esta receta, hemos usado azafrán en polvo, pero también puedes elegir sustituirlo por hebras de azafrán según tu preferencia. Es importante asegurarse de que las patatas estén cascadas en tamaño mediano para garantizar un plato bien equilibrado en textura y sabor. Son deliciosas por sí solas, pero si deseas acompañarlas, aquí te sugiero algunas opciones:

Puedes empezar con unas aceitunas aliñadas, unas tostadas con tomate y jamón serrano, o unos boquerones en vinagre. Son opciones ligeras que preparan el paladar para el plato principal. Una ensalada fresca y colorida complementará muy bien las patatas en ajopollo. Puedes hacer una ensalada mixta con lechuga, tomate, pepino, zanahoria rallada y un aliño sencillo de aceite de oliva, vinagre y sal. Para terminar con un dulce, puedes optar por frutas frescas como fresas, piña o melón cortados en trozos, o preparar una ensalada de frutas con un toque de miel o yogur natural.

COMER PATATAS SIN MIEDO

Las patatas son una fuente importante de carbohidratos, fibra, potasio, vitamina C y vitaminas del grupo B. Además, son bajas en grasas y calorías, lo que las convierte en un alimento versátil y nutritivo. Sin embargo, en los últimos tiempos, las patatas han sido objeto de cierta demonización y desprecio en algunos círculos alimenticios. Esto se debe principalmente a su alto índice glucémico, lo que significa que pueden elevar rápidamente los niveles de azúcar en sangre. Este aspecto ha llevado a considerarlas como un alimento que puede contribuir al aumento de peso y problemas de salud como la diabetes.

Además, suelen asociarse con preparaciones fritas o acompañamientos poco saludables, lo que agrava su imagen negativa en términos de nutrición. Las patatas, consumidas con moderación y preparadas de formas más saludables como al horno, hervidas o al vapor, pueden ser parte de una dieta equilibrada y proporcionar nutrientes beneficiosos para la salud. La clave está en el equilibrio y en combinarlas con otros alimentos saludables para obtener todos sus beneficios sin excesos perjudiciales.

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