PASTA AL GRATIN, LA RECETA GRATINADA INOLVIDABLE

La pasta al gratin, también conocida como pasta gratinada, es un plato de origen italiano que ha ganado popularidad en todo el mundo debido a su delicioso sabor y su versatilidad en la preparación. Su nombre «gratin» proviene del francés «gratiner», que significa gratinar, un proceso culinario que implica cocinar un plato hasta que la superficie esté dorada y crujiente.

La pasta al gratin y su receta

El gratinado es una técnica que se remonta a la antigua Roma, donde se usaba para agregar textura y sabor a los platos. Sin embargo, la versión moderna de la pasta al gratin se originó en la región de Campania, en el sur de Italia, conocida por sus ricos platos de pasta y su queso de calidad. A lo largo de los siglos, esta receta ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes ingredientes y técnicas de cocción, pero siempre manteniendo su esencia cremosa y reconfortante.

Vamos a ver cómo preparar esta pasta al gratin fácilmente en casa y darle ese toque especial para que te quede un plato absolutamente insuperable en la mesa.

Ingredientes:

  • 400 gramos de pasta corta (penne, rigatoni, macarrones)
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 2 cucharadas de harina
  • 2 tazas de leche
  • 2 tazas de queso rallado (mozzarella, cheddar, gruyere)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Pan rallado (opcional)
  • Queso parmesano rallado (opcional)
  • Perejil fresco picado (opcional, para decorar)

Instrucciones:

  1. Cocinar la pasta: Hierve agua en una olla grande y agrega sal. Cocina la pasta de acuerdo con las instrucciones del paquete hasta que esté al dente. Escurre y reserva.
  2. Preparar la salsa bechamel: En otra olla, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la harina y revuelve constantemente durante unos minutos para hacer un roux. Vierte lentamente la leche mientras continúas revolviendo para evitar grumos. Cocina hasta que la salsa espese y luego agrega la mitad del queso rallado. Revuelve hasta que el queso se derrita y la salsa esté suave. Sazona con sal y pimienta al gusto.
  3. Mezclar la pasta y la salsa: En un tazón grande, mezcla la pasta cocida con la salsa bechamel. Asegúrate de que toda la pasta esté bien cubierta.
  4. Montar el gratín: Transfiere la pasta con salsa a una fuente para horno. Espolvorea el queso rallado restante por encima. Si deseas una capa adicional de crujiente, espolvorea pan rallado y queso parmesano rallado.
  5. Gratinar: Precalienta el horno a 200°C (400°F). Coloca la fuente para horno en el horno precalentado y hornea durante 15-20 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y burbujeante.
  6. Servir: Retira del horno y deja reposar durante unos minutos antes de servir. Espolvorea con perejil fresco picado si lo deseas.

Consejos de preparación

  • Puedes agregar ingredientes adicionales a la pasta al gratin, como jamón, champiñones, espinacas o pollo desmenuzado para darle más sabor y nutrientes.
  • Para un gratinado aún más cremoso, puedes sustituir parte de la leche en la salsa bechamel por crema espesa.
  • Si prefieres un gratinado más crujiente, puedes mezclar el queso rallado con pan rallado antes de espolvorearlo sobre la pasta.
  • No te excedas con la sal, ya que el queso ya aporta salinidad al plato.

Variaciones

  • Pasta al pesto gratinada: Sustituye la salsa bechamel por pesto para obtener un sabor a hierbas más intenso.
  • Pasta a la carbonara gratinada: Agrega huevos batidos, panceta y queso parmesano a la pasta antes de gratinarla para una versión cremosa y reconfortante.
  • Pasta con verduras gratinadas: Incorpora verduras asadas como calabacín, pimientos y berenjenas para una opción más saludable y colorida.

Maridaje

La pasta al gratin es un plato versátil que se puede disfrutar por sí solo o como acompañamiento de una variedad de platos principales. Aquí hay algunas sugerencias de maridaje:

  • Vino blanco: Un vino blanco fresco y afrutado como un Chardonnay o un Sauvignon Blanc complementará la cremosidad de la salsa y resaltará los sabores del queso.
  • Ensalada verde: Una ensalada fresca y crujiente servida antes o junto con la pasta al gratin equilibrará la riqueza del plato principal.
  • Carne a la parrilla: Un filete jugoso o una pechuga de pollo a la parrilla son opciones excelentes para acompañar la pasta gratinada, ya que añaden proteínas y un contraste de texturas.

Acompañamientos

  • Pan: Un trozo de pan crujiente para mojar en la salsa de queso es siempre bienvenido.
  • Vegetales al vapor: Brócoli, zanahorias y judías verdes al vapor ofrecen un contraste fresco y saludable.
  • Aceitunas y tomates cherry: Un plato de aceitunas marinadas y tomates cherry aportará un toque mediterráneo a tu pasta al gratin.

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