La comunidad autónoma de Aragón es tierra de algunas de las maravillas culinarias del país. Desde trufas negras hasta jamón de Teruel, este rincón de España ofrece algunas de las experiencias gastronómicas más impresionantes que se pueden encontrar en el mundo.
Es por eso que no extraña que algunos de los platos más deliciosos tengan su origen aquí. Entre ellos, se destacan el ajoarriero, las anguilas en salsa, el ternasco de Aragón o el cordero a la pastora.
Sin embargo, una de las comidas que destacan por su sabor y su sencillez a la hora de la preparación es la fritada aragonesa. Con apenas un par de ingredientes es posible cocinar este plato que deleita a españoles de todas las latitudes.
La fritada aragonesa es un plato tradicional que destaca por su sencillez y el uso de ingredientes humildes, principalmente hortalizas frescas.
A diferencia de otros platos similares como el pisto manchego, la fritada aragonesa se caracteriza por la ausencia de tomate en su receta original, aunque algunos cocineros modernos pueden incluirlo para añadir color y acidez.
En una entrevista con el periódico Heraldo de Aragón, Francisco Abad Alegría, estudioso de la culinaria española, indicó que este plato es más antiguo que los pistos. Además, añadió que la receta original podría incluso haber incluido caracoles, especialmente durante la vigilia.