EL SECRETO PARA HACER UNAS PATATAS ALIñADAS MEJORES QUE LAS DE CáDIZ

Si alguna vez has tenido la oportunidad de disfrutar de las patatas aliñadas en Cádiz, seguramente te has sorprendido por lo delicioso que es este plato tan modesto que se sirve allí como tapa. Aunque pueda parecer fácil, hay varios trucos esenciales para que estas papas aliñadas gaditanas salgan perfectas, y hoy te los vamos a compartir junto con el proceso de preparación de la receta.

Para acompañar este plato, puedes agregar una lata de ventresca de atún, unos filetes de melva canutera o unos lomos de caballa, aunque la receta tradicional no lo requiere. Si después de las papas preparas un poco de cazón en adobo o bienmesabe, tendrás una comida gaditana completa, deliciosa con una ensaladilla rusa clásica.

INGREDIENTES 

Estos son los ingredientes que necesitas para hacer papas aliñás para 4 personas:

  • 600 g de patatas nuevas con piel
  • Media cebolleta (aproximadamente 150 g)
  • Perejil fresco
  • 150 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharadas soperas de vinagre de Jerez
  • Ventresca de atún en conserva (opcional)
  • Huevo duro o cocido (opcional)
  • 1 cucharada sopera de sal gruesa para cocinar las patatas y una pizca para aliñar.

CÓMO PREPARA LAS PATATAS

Comienza lavando bien las patatas bajo el grifo para quitar cualquier suciedad de la piel. Coloca las patatas lavadas en una olla grande y cúbrelas con agua fría. Añade una cucharada sopera de sal gruesa al agua para sazonarlas mientras cocinan.

Lleva el agua a ebullición a fuego medio-alto. Una vez que el agua esté hirviendo, reduce el fuego a medio para mantener un hervor suave y cocina las patatas hasta que estén tiernas. El tiempo de cocción puede variar entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tamaño de las patatas. Puedes comprobar la cocción insertando un cuchillo o un tenedor en una patata para ver si está suave.

Una vez que las patatas estén cocidas, retíralas del agua caliente con cuidado para no quemarte. Déjalas reposar unos minutos para que se enfríen un poco y sean más fáciles de manipular. Luego, pela las patatas mientras aún están calientes. La piel debe desprenderse fácilmente con tus manos o usando un cuchillo si es necesario, pero ten cuidado de no quemarte.

RESTO DE INGREDIENTES

Comienza picando la cebolleta en brunoise o en pequeños taquitos. También pica el perejil fresco, asegurándote de no aplastarlo durante el corte para evitar que se humedezca.

Corta las patatas cocidas en trozos o en rodajas, según prefieras. Colócalas en una fuente de porcelana o en un plato hondo adecuado para mezclar los ingredientes. Agrega una pizca de sal gorda sobre las patatas y mézclalas con cuidado para que se impregnen del sabor. Añade la cebolleta picada y el perejil a las patatas.

ALIÑO, EL TOQUE FINAL

 Comienza aliñando las patatas con el vinagre de Jerez. Este paso es crucial para el éxito de la receta, ya que el aliño se absorberá mejor mientras las patatas están aún calientes o templadas. Luego, agrega el aceite de oliva virgen extra para completar el aliño. Mezcla todo con suavidad para distribuir el aliño de manera uniforme sin deshacer los trozos de patata.

Después de aliñar las patatas, déjalas enfriar a temperatura ambiente. Es importante evitar colocarlas en la nevera, ya que esto puede afectar la textura y el sabor de las patatas. Al momento de servir las patatas aliñadas, puedes agregar ingredientes opcionales para enriquecer el plato según tu gusto. Algunas sugerencias son un poco de huevo cocido picado, unos lomos de caballa o una ventresca de atún en conserva.

También puedes incluir unas aceitunas a la manzanilla para darle un toque extra de sabor. Es importante mencionar que estos ingredientes son opcionales y que la receta original se basa en los ingredientes principales mencionados previamente: patatas, cebolleta, perejil, aceite de oliva, vinagre de Jerez y sal.

LA IMPORTANCIA DE LA PATATA EN NUESTRA DIETA

La patata es un alimento fundamental en muchos hogares alrededor del mundo debido a su fácil cultivo y adaptabilidad a diversos ambientes. No requiere grandes cantidades de agua ni luz, ni suelos especialmente ricos en minerales, lo que la convierte en una opción accesible para muchos agricultores. Sin embargo, es sensible al calor y prefiere regiones más frescas. Su versatilidad y capacidad de adaptación han hecho de la patata uno de los cultivos más importantes a nivel mundial, utilizada tanto para la alimentación humana como para la del ganado.

En España, el consumo de patatas ha disminuido en los últimos años (alrededor de 20,48 kilos per cápita al año según el informe ‘Consumo alimentario en España 2018’). Esto puede atribuirse en parte a la creencia popular de que las patatas engordan, algo que no se ajusta del todo a la realidad, ya que su valor calórico por sí sola es relativamente bajo. La forma en que se preparan y se acompañan es lo que puede influir más en su impacto calórico.

LA PATATA COCIDA FRÍA ES MEJOR QUE LA CALIENTE

El almidón resistente es un componente importante que aporta numerosos beneficios para la salud según investigaciones científicas: reduce el colesterol LDL (malo), ayuda a adelgazar gracias a que es más saciante, y también se ha observado que favorece el aumento del gasto de energía y la oxidación de las grasas, lo que puede ser beneficioso para quienes buscan perder peso.

 Existen evidencias que sugieren que el consumo de almidón resistente puede estar asociado con una reducción en el riesgo de desarrollar cáncer de colon. Esto puede deberse a su capacidad para promover un ambiente intestinal saludable y reducir la proliferación de células anormales en el colon. Preparar patatas ricas en almidón resistente es sencillo: una vez cocidas, se dejan enfriar toda la noche a unos 4ºC. Luego, pueden consumirse frías o ligeramente recalentadas, pero nunca por encima de 130ºC para conservar este valioso almidón.

KENNEBEC, BARAKA, SPUNTA Y RED PONTIAC

En España se cultivan unas 150 variedades de patatas, cada una con diferentes cantidades de agua o fécula. Por lo tanto, el secreto de una preparación exitosa radica en elegir sabiamente. El Ministerio de Agricultura aconseja optar por patatas firmes que no se deshagan durante la cocción y, si se cocinan solas, dejarlas con piel para conservar su sabor y sus nutrientes.

Hay algunas variedades de patatas que son mejores para cocer y obtener patatas ricas en almidón resistente. Entre ellas se encuentran la spunta, kennebec, red pontiac y baraka, siendo la red pontiac la preferida por muchos cocineros para cocer y luego enfriar. Estas variedades se distinguen fácilmente por sus características físicas y de color: spunta es grande y alargada con piel y carne amarillenta clara, kennebec es grande y ovalada con piel amarillenta y carne blanca, baraka es ovalada con piel y carne amarilla, y red pontiac destaca por su piel roja y carne blanca. .

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