El brownie es un postre de origen estadounidense que nunca falla y gusta a todos por igual. Sin dudas, su sabor intenso a chocolate lo convierte en un favorito para los amantes del cacao.
El brownie se sirve típicamente cortado en cuadrados o rectángulos, y es comúnmente acompañado de helado, crema batida o salsa de chocolate para potenciar su sabor y añadir una textura cremosa.
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Su popularidad se debe en gran parte a su facilidad de preparación y a su sabor irresistible, lo que lo convierte en una opción recurrente para celebraciones, reuniones sociales o simplemente como un capricho dulce para disfrutar en cualquier momento.
Lo primero que debes hacer es dejar precalentado el horno a 160º. Luego, trocea 120 g. de nueces peladas, derrite 125 g. de mantequilla y resérvalo para más adelante.
En un bol mezcla 6 o 7 dátiles con 80 g. de cacao puro y añade una cucharada de aceite de oliva. Mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.
A continuación, añade una pizca de sal, una cucharadita de extracto de vainilla y 3 huevos uno por uno, mezclándolo todo bien. Paso siguiente, añade 65 g. de la harina y mezcla hasta su total incorporación.
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Cuando hayas logrado lo anterior, vierte la mezcla en un molde rectangular forrado con papel de horno y hornea durante 25-30 minutos.
Finalmente, dejar enfriar los brownies antes de cortarlos en cuadrados o rectángulos. ¡Y listo, a disfrutar!
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