LA RECETA DE PATATAS GRATINADAS CON LA QUE PODRíAS CONQUISTAR EL MUNDO
Con solo un toque de creatividad y los ingredientes habituales en tu despensa, como patatas, huevos, tomate, cebolla y leche, puedes crear un plato delicioso, como estas patatas con huevo y bechamel. Aunque la bechamel suele ser espesa, para esta receta la dejamos un poco ligera ya que se hornea y se espesa aún más durante la cocción.
UNA RECETA EXQUISITA SI SE HACE CON CARIÑO
Previamente cocemos las patatas en agua salada, peladas y en rodajas, para acelerar el horneado, asegurándonos de respetar los tiempos de cocción. La salsa de tomate desempeña un papel crucial, por lo que es importante verificar su acidez y ajustar con una pizca de azúcar si es necesario. Se recomienda evitar las salsas en conserva y optar por tomates frescos troceados para obtener un resultado óptimo. Si prefieres una textura más suave, puedes pasar la salsa por un colador. Pero pasemos a la receta explicada paso a paso.
INGREDIENTES
Estos son los ingredientes para unas patatas gratinadas para 4 personas:
- 700 gramos de patatas nuevas
- 500 mililitros de leche desnatada
- 40 gramos de mantequilla
- 30 gramos de harina
- 1 cebolla
- 200 gramos de tomates pelados
- 2 huevos
- 75 gramos de queso rallado
- 1 diente de ajo
- 1 pizca de orégano
- 1 pizca de nuez moscada
- Pimienta
- Sal
QUÉ SON LAS PATATAS NUEVAS
La principal diferencia entre las patatas nuevas y las viejas radica en su frescura y tiempo de almacenamiento. Las patatas nueva son patatas recién cosechadas, que generalmente se venden en la temporada de cosecha, usualmente en primavera o verano. Tienen una piel más delgada y tierna, y suelen tener un sabor más suave y dulce. Debido a su frescura, tienden a cocinarse más rápido y pueden tener una textura más cremosa después de cocidas.
Las viejas, so patatas que han sido almacenadas durante un período más largo, a menudo meses después de la cosecha. Tienen una piel más gruesa y resistente, y su sabor tiende a ser más fuerte y terroso en comparación con las nuevas. Debido a su tiempo de almacenamiento, pueden tener una textura más firme y pueden requerir un tiempo de cocción más largo para ablandarse.
PREPARACIÓN: LA SALSA
Para dorar la cebolla, primero, calienta tres cucharadas de aceite en una sartén a fuego lento. Luego, agrega la cebolla picada y cocínala durante aproximadamente 10 minutos, removiendo ocasionalmente hasta que esté dorada y caramelizada. Después, añade el ajo picado y cocina durante 1 minuto más para que suelte su aroma.
Para cortar los tomates, primero lávalos y sécalos. Luego, córtalos en trozos pequeños. Después, añade los tomates troceados a la sartén donde estás cocinando la cebolla y el ajo. Salpimienta al gusto y sazona con orégano. Deja cocinar durante 15 minutos más, removiendo de vez en cuando. Luego, prueba la salsa y ajusta el nivel de acidez según tu preferencia, añadiendo una cucharadita de azúcar si es necesario.
UNA BECHAMEL PERFECTA
Para hacer la bechamel, primero derrite la mantequilla en una cacerola a fuego medio. Agrega la harina y cocina por unos instantes sin dejar que tome color, removiendo constantemente para formar una pasta. Luego, vierte la leche en forma de hilo mientras sigues removiendo para evitar grumos. Salpimienta al gusto y sazona con nuez moscada. Continúa cocinando durante aproximadamente 5 minutos, sin dejar de remover, hasta obtener una bechamel suave y ligeramente espesa.
COCER LAS PATATAS
Para cortar y cocer las patatas, primero pela las patatas y córtalas en rodajas de grosor uniforme. Luego, ponlas a cocer en una cazuela con agua hirviendo y sal durante aproximadamente 12 minutos, o hasta que estén tiernas pero aún firmes al pincharlas con un tenedor. Una vez cocidas, escúrrelas y salpimienta al gusto. Finalmente, dispón las rodajas de patata en una fuente apta para horno, listas para agregar los otros ingredientes y terminar el plato.
MONTAR LA FUENTE Y HORNEAR
Para terminar el plato, cubre las rodajas de patata en la fuente para horno con la bechamel preparada anteriormente. Luego, vierte los huevos batidos con una pizca de sal y pimienta sobre la bechamel, asegurándote de que se distribuyan de manera uniforme. Por último, agrega la salsa de tomate preparada anteriormente sobre los huevos. Así, todos los ingredientes se combinan para crear una deliciosa capa de sabores antes de hornear.
Después de agregar la salsa de tomate, espolvorea generosamente con queso rallado sobre la superficie del plato. Luego, coloca la fuente en el horno y gratina bajo el grill durante unos 12-15 minutos, o hasta que el queso esté derretido y la superficie se haya dorado y crujiente. Una vez listo, sírvelo de inmediato para disfrutarlo caliente y delicioso.
ALGUNOS CONSEJOS EXTRA PARA UN PLATO DE LUJO
¡Estos son algunos consejos para asegurar que tus patatas con bechamel sean perfectas!
- Preparación de la bechamel. Cocina la harina con la mantequilla en la sartén sin dorarla, luego agrega la leche poco a poco en forma de hilo para evitar grumos. No es necesario que la bechamel se espese demasiado, ya que terminará de cuajar en el horno.
- Cocción de las patatas. Puedes cocer las patatas peladas y en rodajas para acelerar el proceso, o cocerlas con piel y enteras durante aproximadamente 20 minutos si prefieres. Si optas por cocerlas con piel, elige patatas del mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme, y retira la piel cuando aún estén calientes.
- Salsa de tomate. Mejora la salsa de tomate agregando cebolla y ajo picados. Utiliza tomates bien maduros, especialmente en temporada de verano, para un sabor óptimo.
- Presentación. Puedes preparar las patatas con bechamel en una fuente grande para horno o en cazuelitas individuales para una presentación moderna y elegante.
- Orden de horneado. Coloca las patatas en la base, cúbrelo con la bechamel, luego vierte los huevos batidos, la salsa de tomate y finalmente espolvorea con queso rallado por encima antes de hornear.
Siguiendo estos consejos, tus patatas con bechamel serán todo un éxito y un plato delicioso para disfrutar en cualquier ocasión.
EL TUBÉRCULO DEMONIZADO
La patata, un tubérculo que llegó a nosotros desde América hace cinco siglos, ha enriquecido nuestra gastronomía con innumerables placeres culinarios. Aunque a menudo se la relaciona con comida rápida y productos ultraprocesados, la realidad es que sigue siendo un alimento básico en la dieta de muchas culturas en todo el mundo.
Si bien es cierto que abusar de cualquier alimento no es recomendable, y basar la dieta únicamente en carbohidratos como las patatas tampoco lo es, su mala reputación suele estar asociada más a su preparación frita que a la cantidad consumida. De hecho, las patatas contienen cantidades significativas de vitaminas y micronutrientes, lo que las convierte en una opción saludable cuando se preparan de manera adecuada.
BENEFICIOS DE COMER PATATAS
Las patatas son una excelente fuente de energía debido a su contenido de carbohidratos complejos, pero también ofrecen una variedad de otros nutrientes y beneficios para la salud:
- Las patatas son ricas en vitamina C, vitamina B6, potasio, manganeso y folato, entre otros nutrientes. Estos nutrientes son importantes para la función celular, la salud del sistema inmunológico, la formación de glóbulos rojos y más.
- Contienen fibra dietética, especialmente en la piel, lo que puede ayudar a mejorar la salud digestiva, prevenir el estreñimiento y mantener un intestino saludable.
- Las patatas contienen antioxidantes como los carotenoides y los compuestos fenólicos, que pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
- A pesar de su reputación, las patatas pueden ser parte de una dieta saludable para el control de peso cuando se cocinan de manera adecuada. Son bajos en calorías y grasas, y su contenido de fibra puede ayudar a mantenerse lleno por más tiempo, lo que puede reducir el riesgo de comer en exceso.
- El potasio presente en las patatas puede ayudar a regular la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, su contenido de fibra y antioxidantes también puede contribuir a la salud cardiovascular.
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