ENSALADILLA RUSA: EL SECRETO PARA QUE NO QUEDE áCIDA CON LA RECETA CASERA NúMERO 1

La ensaladilla rusa, ese plato sencillo pero sublime, es una joya culinaria que ha conquistado mesas de todo el mundo, y también las de España. La combinación perfecta de texturas, colores y sabores hace de esta ensalada un clásico que trasciende fronteras. En este viaje, exploraremos los orígenes, la fascinante historia, una receta paso a paso, variaciones creativas, sugerencias de maridaje y acompañamientos que elevarán tu experiencia gastronómica con la mejor ensaladilla rusa.

Aunque el nombre sugiere un origen ruso, la ensaladilla rusa tiene sus raíces en la cocina francesa del siglo XIX. Fue el chef francés Lucien Olivier quien creó la «Salade Olivier» en su restaurante Hermitage de Moscú. Esta ensalada incluía ingredientes como patatas, guisantes, zanahorias y carne, todo aderezado con mayonesa.

Con el tiempo, la receta se adaptó y evolucionó, y en la Rusia soviética, la ensaladilla rusa se popularizó como un plato festivo y versátil. Se convirtió en una expresión de creatividad culinaria, ya que cada familia tenía su propia versión, incorporando ingredientes según la disponibilidad y preferencias personales.

Receta de ensaladilla rusa

Ingredientes:

  • 4 patatas medianas
  • 3 zanahorias
  • 150 g de guisantes (pueden ser congelados)
  • 200 g de judías verdes finas
  • 4 huevos
  • 200 g de jamón cocido, cortado en dados
  • 200 g de aceitunas verdes sin hueso, cortadas en rodajas
  • 1 taza de mayonesa
  • 1 cucharada de mostaza
  • Sal y pimienta al gusto
  • Perejil fresco para decorar (opcional)

Instrucciones:

1. Cocinar los ingredientes básicos:

  • Hierve las patatas y las zanahorias en agua con sal hasta que estén tiernas. Puedes hacerlo por separado para asegurar que cada ingrediente alcance su punto óptimo de cocción.
  • Cocina las judías verdes en agua con sal durante unos minutos hasta que estén tiernas pero aún crujientes.
  • Hierve los huevos hasta que estén cocidos. Pela y pica en trozos pequeños.

2. Preparar la base:

  • Pela las patatas y las zanahorias y córtalas en dados pequeños.
  • Corta las judías verdes en trozos pequeños.

3. Armar la ensaladilla:

  • En un tazón grande, mezcla las patatas, zanahorias, judías verdes, guisantes, huevos, jamón y aceitunas.

4. Preparar la salsa:

  • En un tazón aparte, mezcla la mayonesa con la mostaza. Añade sal y pimienta al gusto.
  • Vierte la salsa sobre los ingredientes en el tazón y mezcla suavemente hasta que todos estén bien cubiertos.

5. Refrigerar y servir:

  • Refrigera la ensaladilla durante al menos una hora antes de servir para permitir que los sabores se mezclen.
  • Al momento de servir, decora con perejil fresco si lo deseas.

Otros sabores para la ensaladilla

  1. Ensaladilla de mariscos:
    • Sustituye el jamón por mariscos como gambas o pulpo para una versión más marinera.
  2. Ensaladilla vegana:
    • Omitiendo los ingredientes de origen animal y utilizando mayonesa vegana, obtendrás una opción apta para veganos.
  3. Ensaladilla con atún:
    • Agrega atún enlatado desmenuzado para un toque adicional de sabor.
  4. Ensaladilla de hortalizas asadas:
    • Incorpora hortalizas asadas, como berenjena o pimientos, para una versión más intensa y ahumada.

Sugerencias de maridaje

  1. Cerveza ligera:
    • Una cerveza rubia y ligera complementará bien la frescura de la ensaladilla.
  2. Vino blanco seco:
    • Un vino blanco seco, como un Sauvignon Blanc, realzará los sabores sin dominarlos.

Acompañamientos de la ensaladilla rusa

  1. Pan crujiente:
    • Sirve con rebanadas de pan crujiente para hacer un bocadillo delicioso.
  2. Chips de verduras:
    • Acompaña con chips de verduras para un contraste de texturas.
  3. Aceitunas rellenas:
    • Coloca algunas aceitunas rellenas adicionales alrededor del plato para un bocado adicional.

Una mezcolanza única

Como hemos mencionado, la ensaladilla rusa, con su mezcla armoniosa de ingredientes y su historia rica en tradición, es más que un plato; es un testimonio de la versatilidad de la cocina. Ya sea que sigas la receta clásica o te aventures con variaciones creativas, cada cucharada es un recordatorio de cómo la gastronomía puede ser un puente entre culturas y una forma de expresar amor y creatividad en la cocina.

Así que, la próxima vez que te encuentres preparando una ensaladilla rusa, hazlo con la conciencia de que estás participando en una práctica culinaria que ha unido a generaciones. Cada bocado es una celebración de la frescura de los ingredientes y la magia de la mezcla adecuada. ¡Que disfrutes de tu festín culinario!

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