DIEZ PLANES PARA DISFRUTAR EN LA MESA SI TE HAS QUEDADO EN MADRID ESTA SEMANA SAN

Cuando llegan las vacaciones, la capital recupera cierta calma. La justa para disfrutarla a otro ritmo y con otra mirada. Aquí una selección de propuestas para estos días de fiesta: un 'brunch' chino a base de din sum y té; una terraza para tomar unas tapas y unos cócteles con las vistas más espectaculares de la Gran Vía; un italiano para ir con la familia y probar las delicias de la región de Emilia Romagna; locales donde la cocina nikkei brilla a base de ceviches y nigiris; un templo de la carne para salir de la ciudad, un coqueto colmado en Malasaña y un espacio de escalada con una propuesta en su cantina a base de productos de cercanía y 'eco'. Quedarse en la ciudad nunca fue tan apetecible.

ONNO: UN MENÚ DE SENSACIONES

Aquí los protagonistas son los bocados nikkeis -fusión de las cocinas peruana y japonesa-. En estos días han lanzado un menú bautizado como Viaje Onno, donde los cítricos, los picantes, los sabores potentes y los colores llenan los platos. Entre los pases más destacados, la tostada akami con lomo de atún rojo macerado en ponzu y aceite de sésamo; los hongos tenyaki (mix de setas en tempura) y los gambones salteados en sake sobre cremoso de zanahoria y leche de coco. No faltan los nigiris: de vieira, de corvina, de ventresca de atún y de crocante, steak tartar y tocino ibérico flameado. Sagasta, 23. Precio del menú: 50 €

THE PRINCIPAL: CON LAS MEJORES VISTAS

Si ha tocado quedarse en el asfalto, hay que buscar planes de altura. El Hotel The Principal abre la terraza La Pérgola con una propuesta a base de picoteo rico, cócteles y unas vistas a la Gran Vía de ensueño. La ensaladilla y el bikini de jamón ibérico son imprescindibles de la carta, al igual que la hamburguesa, un hit que nunca falla. La parte líquida, firmada por el bartender Daniel Cruz, se presenta con tragos como el Chulapo (vermut infusionado con Pedro Ximénez y espuma de tónica) y La Movida (una versión de una Paloma con tequila, cordial de pimiento rojo asado y pomelo). Marqués de Valdeiglesias, 1. Precio medio: 30 euros.

LELONG ASIAN CLUB: EL BRUNCH MÁS ORIGINAL

Ya tenemos en la capital el primer Yum Cha, una celebración cantonesa que se disfruta los fines de semana cuando las familias se reúnen para comer dim sums y beber té chino. Este original brunch arranca con un carrito que ofrece piezas como xiao long bao de ibérico en su jugo, xiao long bao de carrillera de vacuno, ha gau de langostinos y jengibre, bao relleno de caldo al estilo Sichuan, patas de pollo con salsa de abalone o el canelón de arroz con langostino, entre otros. Como platos principales destacan la panceta crujiente estilo Hong Kong y las láminas de secreto ibérico caramelizadas. Carrera de San Jerónimo, 9. Precio medio: 40-45 €

SETTEBELLO

Este restaurante entra por lo ojos -por dimensión y por decoración- pero conquista, sobre todo, por su cocina, que traslada a la región italiana de Emilia Romagna . Ofrece una extensa carta con buenas propuestas de pasta fresca (rigatoni con pancetta romana ahumada, tagliolini al huevo con salsa de tomate y cebolla típica de Bolonia...)y pizzas con masa madre fermentadas 72 horas (muy ricas la carpacciosa y la carbonara de calabaza). En los antipasti hay que probar el vitello tonnato con mango y curry, la melanzane y los gnoccos emilianos. De postre, el tiramisú de pistacho y la tarta de queso son muy recomendables. Nuestra Señora de Valverde, 191,4. Precio medio: 30-35 €.

ROBATA

En este restaurante del barrio de Salamanca todo gira en torno a la robata, famosa brasa japonesa al carbón. La chef Fabiola Lairet se encuentra detrás de la propuesta gastro, que acaba de incorporar un menú degustación con algunos de sus platos másapreciados por los comensales. La sopa de miso arranca la experiencia, que cuenta con una selección de cortes variados de sashimi, tataki de atún, tiradito de hamachi, brocheta de solomillo, wagyu gunkan y, por supuesto, nigiris (de salmón aburi y toro y foie). Los golosos tiene en este espacio la tentación en sus tartas,que nunca defraudan. Callejón de Puigcerdá, 4. Precio del menú: 80 euros.

ESSENTIA: TEMPLO DE LA CARNE A 40 MINUTOS

Para los que tengan ganas de salir de la ciudad un rato, en Tarancón tienen la excusa perfecta. Allí se encuentra este comedor especializado en carnes. Brillan su entrecot de vaca trinchado, su chuleta de vaca vieja madura y el solomillo de vaca rubia gallega, entre otras opciones. También ofrecen a diario pescados, que varían según la oferta de mercado. La carta esta cargada de bocados exquisitos, como sus alcachofas confitadas, sus famosos torreznos y el carpaccio de tomate de temporada. Además del restaurante, tienen un gastrobar para disfrutar de un picoteo más informal y un hotel por si se desea hacer noche. Avenida Adolfo Suárez, 30. km 79 de la A-3. Precio medio: 70 euros.

PUCARA: UN VIAJE A PERÚ

La propuesta gastro de este espacio se centra en platillos y sabores del Perú. Y con un concepto pensado para compartir en la mesa. Susbocados son ricos en matices, con sazones asiáticas e ingredientes mediterráneos. Imprescindibles sus croquetas, de ají de gallina y osobuco y tuétano;, el típico anticucho, que aquí lo preparan con langostino y pulpo y, sobre todo, sus ceviches (de atún nikkei, de mariscos thai y de corvina y crujiente de calamar con un fondo cítrico). Hay gratas sorpresas en la carta, como arroz chaufa amazónico con notas ahumadas o el quinotto. Príncipe de Vergara, 200. Precio medio: 30-40 euros.

LIMA NIKKEI: UN CEVICHE DE ALTURA

Este local ubicado cerca de la Castellana preparan un ceviche (el tradicional de corvina) realmente bueno y en su oferta de nigiris los hay originales y deliciosos (atún y foie, atún de ají ahumado, solomillo anticuchero braseado...). Su propuesta nikkei se ha hecho hueco entre los aficionados a la fusión japoperuana. De platos principales, dos buenas opciones son el lomo saltado nikkei (jugosos trozos de solomillo de ternera al wok, acompañado de patatas fritas y arroz con choclo peruano) y el chanchito nikkei (cerdo crocante con mulsión de patata). La oferta de cócteles es estupenda. Rosario Pino, 8. Precio medio: 35-40 euros.

ULTRAMARINES DEL COSO: TRES ESPACIOS EN UNO

Este espacio de Malasaña cuenta con una bodeguita o tienda de alimentación que recuerda a los tradicionales ultramarinos o colmados, una barra de degustación y un restaurante con alma de tasca del siglo XXI. La propuesta del chef Andy Boman mezcla un Ssam de oreja thai crujiente con nam prik y unas brochetas de cordero con tahini, sumac y pan hojaldrado, con unos funky callos y un tiradito de lubina ahumada con ají amarillo, boniato y aguacate. Los ahumados tienen mucho protagonismo, tanto en la gilda, la smoked panceta y la ensaladilla con salmón. Las referencias de vino ofrecen gratas sorpresas. San Joaquín, 16. Precio medio: 40-50 euros.

ARKOSE: ESCALADA CON CANTINA 'ECO'

Niños y vacaciones siempre implica buscar planes interesantes. En Arkose, espacio ubicado en Cuatro Caminos, la idea pasa por disfrutar de un rato de escalada (con opciones para todos los niveles) y también de una comida rica en su cantina, donde los productos de cercanía y ecológico marcan la pauta. En el menú hay desde hamburguesas gourmet (también con alternativas para veganos) hasta ensaladilla rusa o tortilla de patata. No faltan las propuestas de influencia asiática como el karage (pollo marinadocrujiente). Tienen menú infantil y unos postres deliciosos, con su tarta de queso como favorita. Leñeros, 4. Precio medio: 25-30 euros.

Suscríbete aquí para seguir informado.

2024-03-29T01:33:46Z dg43tfdfdgfd