CREMA DE CALABACíN PARA TOMAR FRíA O CALIENTE

Me encantan las cremas de verduras en todos sus formatos y combinaciones, pero no me gusta nada la textura que les da la patata: al triturarla durante un rato para conseguir una crema fina, libera el almidón se vuelve elástica y chiclosa (lo que no es necesariamente un defecto, solo que a mí personalmente no me gusta). Como este tubérculo también hace que las cremas se vuelvan más gorditas y saciantes es difícil de sustituir, pero hay otra crucífera que puede ayudarnos en esta labor: el nabo. Aunque crudos tienen un sabor ligeramente picante, este desaparece al cocinarse, proporcionando una base bastante neutra perfecta para todo tipo de purés.

Otro punto importante -y para mí, innegociable- de esta receta es la mantequilla. 100 gramos puede parecer mucho, pero teniendo en cuenta que vamos a preparar casi tres litros la cantidad por ración es más que aceptable. Gracias a esta grasa láctea y un poco de paciencia conseguiremos que las verduras tengan un sabor delicioso, profundo y ligeramente caramelizado. Le añadiremos una cucharadita de aceite para evitar que se queme.

Puedes preparar la versión vegana con aceite y bebida vegetal; en este caso no serán necesarios 100 gramos de aceite, usa mejor unos 80. Si eres alérgico a la proteína de leche de vaca prueba con mantequilla y leche de oveja o cabra, aunque en menor cantidad y con un poco más de aceite y caldo si crees que su sabor será demasiado fuerte. Esta crema es ideal en ese momento del año en el que no se sabe si apetecerá calentito o frío: la receta tal cual es para tomar en caliente, con 300 mililitros más de líquido -agua, caldo o leche, según se prefiera- me parece que tiene la textura ideal para tomar fresquita o del tiempo.

Si tienes dudas o quejas sobre nuestras recetas, escríbenos a [email protected]. También puedes seguir a El Comidista en TikTok, Instagram, Twitter, Facebook o Youtube.

2023-06-06T03:22:43Z dg43tfdfdgfd