La berenjena y el calabacín son esa clase de verduras que podemos incorporar de mil y una formas. Ya sea en cremas, pizzas u hojaldres están deliciosas. Para cenar, una de mis preparaciones estrella son verduras a la plancha o al horno. Como le pongo muchas especias (hierbas provenzales, ajo y cebolla en polvo), tienen un sabor más delicioso que solo con sal, pero, la realidad es que pueden hacerse aburridas. Me encanta innovar en mi cocina, y siempre estoy buscando nuevas opciones para traer recetas deliciosas y saludables a mis fogones.
Con las verduras no iba a ser distinto, y he encontrado una preparación nueva que se ha convertido en mi cena favorita. Es fácil, rápida y muy original, ¡podrás conseguir que hasta los más pequeños cenen verduras! Si te has aburrido tanto de hacer los alimentos a la plancha como yo, y quieres divertirte cocinando incluso los días de más cansancio, esta receta te encantará. ¿Quieres saber de qué te hablo? De unas tortitas de berenjena y calabacín, ¡no te defraudarán!
Los nombres berenjena y calabacín juntos pueden no sonar muy atractivos, pero si le añadimos el "tortita" delante, la fórmula obtiene mucha más emoción. La realidad es que se pueden hacer mil y una rectas con alimentos tradicionales, lo único que necesitamos es una pizca de gracia y originalidad. La imaginación es uno de los aspectos más importantes dentro del mundo de la cocina, y si queremos comer sano y delicioso, darle una nueva vida a recetas tradicionales nos facilitará el proceso. Siempre que pensamos en tortitas se nos viene a la mente las llenas de azúcar con sirope o chocolate. Para esta ocasión, intercambiaremos los ingredientes menos saludables para incorporar dos verduras llenas de nutrientes. Algunos beneficios del calabacín son que ayuda a bajar el colesterol gracias a su contenido en fibra y aporta grandes cantidades de vitamina A y C. La berenjena, por otro lado, favorece a la eliminación de líquidos, reduce la presión arterial y también rebaja los niveles de colesterol en sangre. Sabiendo sus beneficios, ¿cómo no íbamos a incorporarlos en nuestro libro de recetas?