CROQUETAS SIN BECHAMEL: CóMO HACERLAS PARA QUE NO ENGORDEN

Si hay algo ampliamente aceptado en España, es que disfrutar de unas croquetas es uno de los mayores placeres en este mundo. Estas delicias culinarias lo tienen todo: un sabor exquisito y adaptable a todos los paladares, ya que se pueden preparar con una amplia variedad de ingredientes. La suavidad de su relleno contrasta con el crujiente del exterior, lo que les confiere una textura única. Además, los ingredientes necesarios para su preparación suelen ser económicos.

El único inconveniente, por ponerle alguna pega, es que muchas personas consideran que al llevar bechamel, no son un plato muy saludable. Por esta razón, para aquellos que comparten esta opinión pero no quieren privarse de este manjar, en este artículo presentamos varias claves para preparar unas croquetas sin bechamel. Desde los ingredientes y las proporciones necesarias, hasta el paso a paso de la preparación y sugerencias de acompañamiento.

Ventajas de prescindir de la bechamel en las croquetas

La bechamel es una de las salsas más populares en la gastronomía mundial y se utiliza en numerosos platos, incluyendo las croquetas. Sin embargo, hay varias razones por las cuales a veces es mejor evitarla. En primer lugar, al ser una salsa contundente, puede resultar difícil de digerir y provocar una sensación pesada en el estómago. Además, al ser alta en calorías, su consumo frecuente puede contribuir al aumento de peso.

Por otro lado, al contener leche, la bechamel puede ocasionar problemas digestivos, especialmente en personas con intolerancia a la lactosa. Por último, es importante mencionar que preparar bechamel requiere tiempo y experiencia para obtener buenos resultados. Por todos estos motivos, te animamos a probar unas croquetas sin bechamel. A continuación, te ofrecemos varias claves para que puedas prepararlas en casa.

Los ingredientes necesarios para esta receta

Además de ser más ligeras, una de las ventajas de las croquetas sin bechamel es que los ingredientes necesarios son fáciles de conseguir y están disponibles en cualquier supermercado.

En este caso, hemos elegido hacer croquetas de pollo. Por lo tanto, los ingredientes que necesitarás son aproximadamente 300 gramos de pollo cocido (a la plancha o asado), la misma cantidad de patatas cocidas, 50 gramos de queso rallado, media cebolla, 2 huevos, pan rallado, harina, sal y pimienta.

Pasos para preparar estas croquetas sin bechamel

El primer paso de esta receta consiste en cocer las patatas, pelarlas y machacarlas con un tenedor. Luego, desmenuza el pollo y corta la cebolla en trozos pequeños. En una sartén con un poco de aceite, cocina la cebolla hasta que esté transparente y luego agrega el pollo, cocinando durante 3 o 4 minutos hasta que se integren todos los ingredientes. Mientras tanto, en un recipiente, mezcla la patata, el pollo, el queso rallado y uno de los huevos.

A continuación, mezcla bien todos los ingredientes con las manos y refrigera la mezcla durante al menos una hora para que adquiera consistencia. Luego, da forma a las croquetas y pásalas por harina, huevo batido y pan rallado. Fríelas en una sartén con abundante aceite caliente. Finalmente, sirve las croquetas y disfruta de ellas. ¡Buen provecho!

Consejos para realzar estas croquetas sin bechamel

Existen varias formas de mejorar aún más esta receta de croquetas sin bechamel. Por ejemplo, puedes agregar trozos de jamón serrano a la mezcla de pollo y patata. Con alrededor de 80 gramos será suficiente para obtener un sabor más intenso.

Si prefieres que las croquetas tengan un color más claro, te recomendamos freírlas por un máximo de un minuto por cada lado. De esta manera, también serán más ligeras. Por el contrario, si te gustan más crujientes, déjalas en la sartén alrededor de 2 minutos por cada lado.

Sugerencias para acompañar este delicioso plato

Finalmente, queremos ofrecerte un par de sugerencias para acompañar este delicioso plato de croquetas sin bechamel. Una opción clásica es servirlas con salsas para mojar, como la mayonesa, aunque también puedes probar con otras.

Además, ten en cuenta que aunque estas croquetas no contienen bechamel y son más ligeras, siguen siendo un plato contundente. Por lo tanto, si buscas un acompañamiento adecuado, una ensalada de tomate puede ser la opción ideal.

El origen de las croquetas

Las croquetas, esas pequeñas delicias fritas con un corazón cremoso, han conquistado los paladares de millones de personas en todo el mundo. Este popular aperitivo ha dejado una huella en la gastronomía de numerosos países, pero ¿alguna vez te has preguntado cuál es su origen? En este artículo, exploraremos la fascinante historia de las croquetas y descubriremos cómo han evolucionado a lo largo de los siglos.

El origen de las croquetas se remonta al siglo XVIII, en la gastronomía francesa. La receta original consistía en una mezcla de carne picada o desmenuzada, ligada con una salsa bechamel y sazonada con hierbas y especias. Estas pequeñas bolas se rebozaban y se freían hasta obtener una textura crujiente por fuera y un relleno suave y cremoso en su interior. Su nombre proviene del término francés «croquer», que significa «crujir». Durante el siglo XIX, las croquetas se convirtieron en un plato de moda en Francia y pronto se extendieron por toda Europa.

Evolución de las croquetas

A medida que las croquetas viajaban por el continente, cada país adoptaba su propia versión y añadía ingredientes típicos de su cocina. En España, por ejemplo, se popularizaron las croquetas de jamón ibérico, bacalao o pollo, mientras que en Italia se crearon las croquetas de risotto o mozzarella. En América Latina, las croquetas de papa y carne se convirtieron en un clásico de las mesas familiares. La versatilidad de las croquetas permitió la experimentación y la adaptación a los sabores locales, convirtiéndose en un símbolo de la creatividad culinaria.

Las croquetas han recorrido un largo camino desde su origen en la cocina francesa del siglo XVIII. Hoy en día, estas pequeñas delicias se encuentran en las cartas de restaurantes de todo el mundo, desde pequeñas tabernas hasta establecimientos gourmet. Su popularidad se debe a su sabor exquisito y su versatilidad, ya que se pueden adaptar a diferentes ingredientes y preparaciones. Ya sean de carne, pescado, verduras o incluso dulces, las croquetas continúan siendo un bocado irresistible que nos conecta con la rica tradición culinaria de cada cultura. Así que la próxima vez que disfrutes de unas croquetas, recuerda que estás saboreando un pedacito de historia gastronómica.

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